EL OSCURO VIAJE DE CHARLES CULLEN, LA ENFERMERA NOCTURNA
Charles Cullen, también conocido como el “Ángel de la Muerte”, es un exenfermero estadounidense cuya impactante historia inspiró la producción cinematográfica “La enfermera nocturna”.
Cullen es considerado uno de los asesinos en serie más mortíferos de la historia de Estados Unidos, dejando un rastro de muertes y misterios allá donde iba.
CHARLES CULLEN: LA HISTORIA VERDADERA DE LA ENFERMERA NOCTURNA
Nacido en West Orange, Nueva Jersey, el 22 de febrero de 1960, Cullen era el menor de ocho hermanos. Su padre, un conductor de autobús, falleció cuando Charles tenía sólo siete meses.
Desde temprana edad, Cullen vivió una infancia turbulenta, marcada por intentos de suicidio y una serie de acontecimientos trágicos.
Su carrera en enfermería comenzó después de dejar la Marina, donde sirvió durante algunos años. Ingresó a la Escuela de Enfermería del Mountainside Hospital y en 1987 comenzó a trabajar en el Centro Médico St. Barnabas. Fue allí donde se cobró su primera víctima, administrándole una sobredosis letal de medicación intravenosa.
EL ASCENSO Y LA CAÍDA DE CHARLES CULLEN
A lo largo de 16 años, Cullen trabajó en varios hospitales, siempre rodeado de sospechas e investigaciones.
Dejó un rastro de muertes misteriosas, pero sus acciones sólo salieron a la luz cuando comenzó a trabajar en el Somerset Medical Center. Allí asesinó a 13 personas en sólo 13 meses, hasta que finalmente fue descubierto.
Cullen fue arrestado en 2003 y, durante el interrogatorio, confesó haber quitado la vida a unos 40 pacientes. Sin embargo, investigaciones posteriores sugieren que el número real de víctimas podría ser mucho mayor, llegando a más de 300.
VIDA PERSONAL Y MOTIVACIONES DE CHARLES CULLEN
Cullen tuvo una vida personal problemática, marcada por un matrimonio fallido y luchas constantes contra la depresión.
Afirmaba matar a sus pacientes para evitarles sufrimiento, aunque muchos de ellos no padecían enfermedades terminales.
CONCLUSIÓN: EL LEGADO OSCURO DE CHARLES CULLEN
Hoy, Carlos Cullen está cumpliendo sus 11 cadenas perpetuas en la Prisión Estatal de Nueva Jersey. Su historia, macabra e inquietante, continúa fascinando y horrorizando a la gente, sirviendo como un recordatorio de los peligros que pueden acechar en las sombras, incluso en los lugares donde buscamos curación y consuelo.